ACCIÓN DE GRACIAS: GRACIAS POR LA PALABRA « GRACIAS» Y SUS DERIVADOS
Palabras muy importantes en toda lengua que se respete. Carecer de ellas (o no usarlas) es privarnos de la oportunidad de engrandecer el corazón al pronunciarlas, y de llenarnos de gozo al recibirlas. Sí, ya sabemos que etimológicamente «gracias» viene de las voces latinas «cratia» y «gratia»; y estas, a su vez, provienen del griego karitas, que significa «alabar en voz alta». Y mucha razón tiene la etimología puesto que al decir «gracias» aceptamos que no tenemos derecho, sino que algo nos es dado por mera generosidad.
Pero yo me pregunto, dejando de lado por un momento la muy docta ciencia etimológica: ¿cuál es el origen último de esta palabra? Y después de indagar en las oquedades de mi alma, encontré que, en todos los idiomas, la palabra «gracias» tiene un origen común: el corazón. Es el corazón el órgano donde se albergan los más bellos sentimientos que nos permiten reconocer que no tenemos nada, puesto que con nada venimos al mundo, y de igual manera nos vamos de él. Todo lo que «poseamos» entre esos dos momentos son préstamos que nos da la vida, y por los cuales el sentimiento más enaltecedor es el agradecimiento.
Diríamos, pues, que la etimología última de «gracias» y sus derivados (gratitud, agradecimiento, agradable, agraciado, congraciarse, etc.) radica en el órgano cuyo latir nos recuerda que estamos vivos, y que debemos hacer algo útil de nuestra vida. Dar las gracias es reconocer que nos fue dado algo que no podemos reclamar como derecho propio. ¿Acaso tenemos derecho propio al canto de los pájaros, al murmullo del viento, al agua de los lagos? ¿Acaso podemos dar por sentado que la función del aire es que lo respiremos? ¿Acaso podemos reclamar como propio el talento o la habilidad que tengamos para algo? Todo cuanto nos rodea es un privilegio que nos concede el universo.
Sin dejar lugar a duda alguna, el científico japonés Masaru Emotu[1] demostró el poderosísimo efecto de la palabra «gracias» en la estructura molecular del agua, efecto que por alguna razón varía según el idioma en que se pronuncie. Aquí presentamos las fotografías (tal como se ven en el microscopio) de los cristales formados por agua que ha sido expuesta a la pronunciación de la palabra «gracias» en castellano y en francés. También podemos ver la estructura caótica que se forma en agua expuesta a música de metal pesado.
Como hoy es día consagrado especialmente para dar gracias, agradezco todos los comentarios que dejan nuestros lectores. Doy gracias por la gramática que organiza nuestra lengua, por los diccionarios, libros y fuentes de consulta para continuar estudiándola. Doy gracias por el acicate y el estímulo que me inspiran mis colegas para hablar y escribir cada vez de mejor manera. Pero más que nada, doy gracias por la existencia de la palabra «gracias».
¡Que todos ustedes tengan un día lleno de gratitud, amor y esperanza! Que las bendiciones sigan derramándose a borbotones sobre los cultores de la lengua castellana. Estos son los deseos más sinceros de Herederos de Cervantes.
[1] Emotu, Masaru. Los mensajes ocultos del agua. Alamah, autoayuda.
MINUCIAS
La partícula geo viene del griego gea, que significa «Tierra», ya que, en la mitología griega, Gea era la diosa Tierra. De ella se derivan voces como «geometría, geografía, geología, apogeo, geomancia» y muchas otras.
SABIDURÍA DE SANCHO PANZA
El bien que viniere, para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar.
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Muy ilustrativo y a la vez un mensaje simbólico, de gran contenido para el día de hoy. Felicitaciones para tí que contribuyes tan positivamente en nuestros sentimientos y por ende en nuestras vidas.
Gracias, estimada Rosalba, por este comentario que sale de tu alma.
Celebro su idea de escribir algo especial en fechas especiales. Es una manera más de dar opiniones relativas a la lengua, pero coordinadas con el paso del calendario. Gracias por las gracias.
Para estar a la altura de la ocasión, nuevamente agradezco que usted sea uno de nuestros lectores habituales.
Agradezco su habitual columna que no solo educa sobre la gramática del español, sino sobre temas humanos.
Gracias, gracias, gracias.
Aprecio mucho este mensaje. Muy apropiado para los tiempos actuales en que casi nadie sabe decir “gracias”.
Quien no sabe agradecer, no sabe de qué se está perdiendo. Gracias a usted, Esperanza.
Si estás paveando, así sea veganamente, buen provecho. Solo déjame decirte que qué artículo tan lindo y francamente agraciado te has sacado de la manga. No solo te lo agradezco sino que te felicito. Un solo detallito: pensé que cáritas (si es mismo káritas) era amor. Por ejemplo, en su Filosofía perenne, Aldous Huxley dice:
“Por una especie de accidente filológico (que probablemente no es ningún accidente, sino una de las más sutiles expresiones de la arraigada voluntad de ignorancia y oscuridad espiritual del hombre), la palabra “caridad” ha venido, en inglés moderno [y otros idiomas], a ser sinónima de “limosna”, y no es casi nunca usada en su sentido original, en el que significa la más alta y divina forma del amor : pag. 84
Para mí que no hay contradicción, puesto que la gratitud es la más alta forma de amor. ¿No te parece?
Para no ser menos, en el día de acción de gracias agradezco a usted sus didácticos y (ahora también) espirituales artículos. ¡Qué bella manera de enseñar a amar nuestra lengua!
¡Muy agradecida! Es para mí una bendición tener lectores.