EN EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
8 de marzo de 2021
Todavía habrá quienes piensen que bastarían los dedos de una mano para contar a las mujeres notables de la historia. Y sin embargo, no solo son numerosísimas, sino que muchas veces se han ganado su lugar con mayor trabajo, y con obstáculos peores y más grandes que los afrontados por algunos hombres.
Se trata de mujeres que han hecho caso omiso de la condición asfixiantemente machista de las sociedades en que han debido vivir, se han negado a aceptar el papel de segundonas que se esperaba de ellas, y han decidido elevarse por sobre todo prejuicio social que les decía: “¡NO!” Independientemente de la época histórica, del lugar geográfico, de su condición social o económica, o de su aspecto físico, lo que tienen en común todas (TODAS) ellas, es que, por el solo hecho de pertenecer al sexo femenino, se les ha repetido desde la cuna que son incapaces, que no pueden, que son brutas, que son brujas, que no deben aspirar al conocimiento ni a la creación porque jamás “llegarán a ser como un hombre”.
Siendo la lista tan larga, Herederos de Cervantes ha tenido que limitarse a escoger tan solo dos mujeres que han servido de ejemplo para todos nosotros, y que han abierto el camino para que se reconozca que somos la mitad (no menos de la mitad) del género humano:
Hipatia, mártir de la ciencia
Nacida en Alejandría, Egipto, en el año 355 D.C., Hipatia bebió de la tradición griega gracias a las enseñanzas de su padre, Teón, matemático y astrónomo. Ella decidió preservar y desarrollar el legado helenístico fiel a la filosofía, la geometría, la matemática y la investigación. Fue reconocida por los principales pensadores de la talla de Apolonio de Perga, Sócrates y Diofanto de Alejandría. Desde puntos muy remotos venían quienes deseaban aprender en su sabiduría, pues era reconocida como una gran maestra y oradora. Sus clases y disertaciones reunían grandes audiencias. Siempre se esmeró en ser justa y en detectar y evitar los prejuicios. Reconoció desde muy joven el valor del ejercicio físico para mantenerse sana de cuerpo y mente. No se conoce a ninguna otra mujer antes de ella que alcanzara su nivel de conocimiento filosófico y científico.
Hipatia vivió en una época de grandes y turbulentos conflictos religiosos y políticos, especialmente por parte de sectas cristianas que veían su espíritu libre, y su adhesión incondicional a la búsqueda de la verdad, como un peligro pagano para el naciente cristianismo. Así, aunque durante un tiempo pudo trabajar en la histórica Biblioteca de Alejandría, la intolerancia política bien pronto le hizo imposible continuar haciéndolo. La arbitrariedad y los prejuicios estaban a la orden del día, por lo que Hipatia fue asesinada brutalmente por una banda de zelotes – cristianos fanáticos y fundamentalistas – .
Si tan solo se tuvieran en cuenta los logros de Hipatia en el campo del conocimiento, ellos serían suficientes para darle un lugar cimero en la historia; pero la forma en que terminó su vida, y el hecho de que se trate de una mujer, le confieren un pedestal altísimo en el abanico de quienes han abierto camino para el reconocimiento de la igualdad intelectual de la mujer.
Virginia Woolf: una habitación propia
Hasta una habitación propia estaba vedada a la creación literaria femenina. Tal vez un tocador, un costurero, una cocina, pero ¿una habitación para encerrarse a reflexionar, pensar, crear y escribir? ¿Para qué necesitaría una mujer una habitación propia? Estas y otras reflexiones están consignadas en la excelente prosa de Virginia Woolf, la escritora británica que fue una de las pioneras de la literatura mundial, pero, igualmente, de la defensa de los derechos de las mujeres en la creación literaria, científica y artística, lo mismo que en la autonomía femenina para manejar sus finanzas y tomar sus propias decisiones en todos los órdenes de la vida.
Aunque nació en una familia de clase alta, su vida (1882 – 1941) estuvo signada por la tragedia y el abuso sexual. Padeció varias depresiones a lo largo de su vida, pero ellas no fueron óbice para expresar sus ideas en contra del fascismo y de toda otra mordaza contra la libre expresión.
Su contacto con los círculos intelectuales de la época le permitió conocer ideas de avanzada, tales como la aceptación de la homosexualidad y la bisexualidad.
Perseguida por Hitler en razón de sus ideas libertarias y feministas, Woolf sintió que se avecinaba otra crisis depresiva. Su espíritu pacifista no podría resistir una segunda guerra mundial. Su casa había sido destruida por los bombardeos nazis, y su última creación no había tenido gran acogida. En vista de todo ello, decidió poner fin a su vida llenando sus bolsillos con piedritas, y adentrándose en las aguas del río Ouse. Dejó una carta en la que mencionaba las voces que oía y que le impedían seguir creando, razón de más para poner fin a su existencia.
Virginia Woolf no solo es una gran escritora, sino un faro de luz que ilumina la senda de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Nos hizo irremisiblemente conscientes de la necesidad de una habitación propia.
MINUCIAS
“Que te acoja la muerte con todos tus sueños intactos”.
Álvaro Mutis
SABIDURÍA DE SANCHO PANZA
Pues tenemos hogazas no busquemos tortas.
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Hola, Yilda:
Disfruté la lectura de este artículo, gracias.
Una pregunta:
¿Sabes si en español existen abreviaturas equivalentes a “C.E.” (Common Era) y “B.C.E.” (Before the Common Era)?
A diferencia de “A.D.” (anno Domini), “D.C.” (después de Cristo), y “A.C.” o “A. de C.” (antes de Cristo), las abreviaturas “C.E.” y “B.C.E.” son religiosamente neutras en el sentido de que no hacen referencia abierta a ninguna religión.
Por eso, en inglés, muchas personas prefieren “C.E.” y “B.C.E.” a “A.D.” y “B.C.” (Before Christ), porque aquellas no privilegian el cristianismo por sobre otras religiones.
Me gustaría saber tu perspectiva sobre este importante tema.
¡Saludos y gracias!
Andre
Estimado Andre: es un honor tener un comentario tuyo. Gracias por leer mi artículo. Tengo que serte franca: no había pensado en ese tema, pero te prometo indagar al respecto con un amigo mío que con seguridad sí tiene la respuesta. Por el momento, lo más cercano a la “neutralidad” que se me ocurre es el uso del signo menos (“-“) para indicar que es antes de Cristo. La ausencia de este signo, lógicamente, indica que es después de Cristo.
En cuanto a lo de privilegiar el cristianismo, me parece que –gústenos o no–, hasta este momento los años se cuentan teniendo a Cristo como referente. Tal vez otros, como los judíos, por ejemplo, lleven su propia cuenta, pero no se utiliza en el mundo de todos los días. Otros pensamos que la cuenta podría estar mal llevada porque hay historiadores que piensan que Cristo nació tres años antes de lo que creemos. O sea que en este momento estaríamos en el 2024.
Me parece muy interesante este comentario.
Soy agnóstica y el tomar como referencia el nacimiento de Cristo para documentar periodos de tiempo siempre me ha parecido «innecesario». Los Aztecas tenían su propio calendario para medir el tiempo, Cristo ni siquiera figura en el. 🙂
Pero que se la va hacer, vivimos en un mundo «moderno» donde muchos de los acontecimientos se desarrollan alrededor de los sistemas religiosos basados en ideas fundamentalistas.
Ahora con las modalidades «inclusivas» no me molestaría incluir abrir el tema. 😉
Efectivamente, en el calendario azteca no habría para qué incluir a Cristo, puesto que ni siquiera se sabía de su existencia.
Dos comentarios, señora autora. La primera se refiere al autor de la Minucia adjunta a este Herederos. El galardonado Gabriel García Márquez, comentando la obra de su gran amigo, Álvaro Mutis, dijo que si alguien se merecía el Nobel no era él sino Mutis. Y Mutis, en una entrevista, explicó que todas las travesías de su Maqroll, que ha recorrido el mundo de la ceca a la meca, se inspiran en los paisajes del Tolima colombiano. Por eso debe ser que yo me pregunto tantas veces al día que qué diablos estoy haciendo acá en Boston.
El segundo comentario, Yilda, no es una crítica sino solo un comentario. No conté cuántas palabras tiene el post de hoy en Herederos, pero te describo acá un dibujo que me llegó hoy por juasá. Te lo describo porque esta plataforma no me permite copiar imágenes. El autor de ese dibujo dijo lo mismo que tú pero usó tan solo siete palabras. La descripción: Está Charlie Brown inclinándose para atrás como defendiéndose a su manera de la arremetida de Lucy van Pelt y sus compinches Marcie (la vanidosa del cabello crespo) y Patty (la que huele a menta), que inclinándose hacia él de la manera tan agresiva que las caracteriza cuando hablan con el pobre camisaderayas, le gritan (la tercera y la séptima palabras en la burbuja del grito están en letras enormes: «¿Que las CHICAS no podemos hacer QUÉ?» Quienquiera pedirme el dibujo con mucho gusto lo reenvío. Pídanmelo a gohls@icloud.com (En el asunto pon: Charlie Brown).
Estimadísimo Rudy: desde ya te pido que me envíes el dibujo de marras. Y, efectivamente, está dicho en siete palabras lo que yo dije en muchas más: ¡qué poder de concreción!
En cuanto al Maestro (con mayúscula) Mutis, estoy totalmente de acuerdo con Gabo: el que se lo merecía era Mutis, no él. La prosa de Mutis (y su poesía) está llena de profundidad, e invita a la reflexión. Cuando leí lo que Mutis consideró el capítulo 1 de su obra sobre Bolívar (qué pesar que nunca pasó de este capítulo), me quedé convencida de que era él quien merecía el Nobel. Como Gabo está de acuerdo, espero que no se revuelque en la tumba por mis opiniones.
Difícil entender cómo se pasó del Tolima Grande a las aventuras de Maqroll, pero si eso dice el autor, así será.
Gracias por el comentario.
Doña Yilda Manuelita, si le paso a sumercé la caricatura, ¿usted podría cargarla acá a su blog? Así no gastamos tanto ancho de banda que cada día escasea más.
Mi querido Rudy: yo tengo mucho gusto en subirla, ¿Pero dónde? No sabría dónde porque el artículo ya tiene sus propias imágenes.
Tantas y tantas mujeres que han sido víctimas de sociedades estúpidas que han rendido culto al machismo. En realidad, ha imperado la testosterona a lo largo de la historia solamente por el poder que ejerce la fuerza bruta (masculina). Las mujeres tenemos el don de la suavidad, la capacidad de ser empáticas, y una proximidad mayor con el reino espiritual. Honremos a tantas mujeres sin las cuales las que vivimos hoy no tendríamos la posibilidad de crear, ocupar cargos de suma importancia, pensar y participar de tú a tú en el concierto mundial actuar. Muchas gracias por su artículo.
Usted tal vez lo ha expresado mejor que yo, y ha dicho lo que yo no me atreví a escribir: si no fuera por la fuerza bruta, las mujeres habríamos ocupado un puesto aún mejor en la historia. Y con seguridad habría habido menos guerras, porque nosotras estamos más dispuestas a encontrar soluciones pacíficas. Muchas gracias por su comentario.
Hola Yilda,
Muchas gracias por tu amable respuesta!
Estoy de acuerdo contigo en que todos, cristianos o no, aceptamos que los años generalmente se cuentan teniendo al nacimiento de Cristo como referente.
Pero de eso no se trata el uso de C.E. (Common Era) y B.C.E. (Before the Common Era):
Estas siglas, al igual que A.D. y B.C., dividen el tiempo en un antes y un después del nacimiento de Cristo.
El uso de las versiones modernas de estas siglas en inglés (¿y por qué no podría ser en otras lenguas también?) responde más bien a un deseo de encontrar una manera de referirse a estas dos épocas en que dividimos el tiempo que sea religiosamente neutra, es decir, que no privilegie al cristianismo.
Por eso te hacía la pregunta.
A ver qué te cuenta al respecto el amigo!
Saludos y gracias!
Andre
Ya mismo le escribo a mi amigo, y te contaré qué me dice. Gracias de nuevo.
Aquí está la respuesta de mi amigo:
“Es respetable la posición de quienes no quieren referirse a asuntos relacionados con las religiones. Sin embargo, desde 1582, en casi todo el mundo se utiliza el calendario gregoriano, en el que se divide la historia entre antes y después de Cristo.
Es una especie de escisión, no conocida por muchísimas personas en el mundo, pero que, repito, tampoco es censurable, pero no comunica, el propósito de la lengua.
En ocasiones he leído “antes de nuestra era” y “de la era actual”, posiblemente, equivalentes a las abreviaturas del inglés.
Guardadas las proporciones, sería como usar la lengua de Cervantes en esta época: se produciría una fuerte reacción por parte de los hispanohablantes.
Este sería un análisis muy superficial. Si se quiere profundizar sobre el caso, se encuentra muy buena información de excelentes fuentes en internet”.
Siempre es un gusto leer los artículos de Herederos de Cervantes. Y este en particular, dijo la feminista.
Muchas gracias.
Mil gracias por el comentario.
Estoy de acuerdo con Citlali. Este es un excelente artículo, dijo otra feminista, o como nos hubieran dicho en otra época: brujas, jajaja 😉 En cuanto a Cristo, el pobre no tiene la culpa de todo los que los hombres…más que todo hombres han hecho bajo su nombre. El no tenía intención de hacerse famoso. Me encanta leer sobre la vida y enseñanzas de Jesus, como también me encanta leer sobre las enseñanzas espirituales indígenas. Estoy segura que Jesus valoraría la sabiduría de comunidades indígenas, como por ejemplo las de los Kogui y muchos más.
Muchas gracias, Angélica. Con seguridad que sí, pues los indígenas Kogui (o Kogi) son gente que merece mucho respeto.
Siempre es un gusto leer los artículos de Herederos de Cervantes. Este en particular, dijo la feminista.
Muchas gracias Yilda.
Este fue un excelente artículo. Gracias por compartirlo. Volveré a disfrutar más.