PRESENTE HISTÓRICO
Y
FUTURO DE CONJETURA
Presente histórico
12 de octubre de 1492: Cristóbal Colón arriba, sin saberlo, a tierras americanas. Se inicia el encontronazo de dos mundos que, perplejos, se topan con lo desconocido. Es el principio del exterminio indígena tanto por las armas y el fuego, como por la transmisión de enfermedades de los europeos a los nativos, y para las cuales no está preparado su sistema inmunológico.
Cierto es que lo que ocurrió en el pasado, bien puede quedarse en el pasado, y podemos referirnos a él como a aquello que no tiene posibilidad de cambio precisamente porque ya ocurrió. Si es de todos conocido que el encontronazo de dos mundos se inició en 1492, entonces ¿qué nos permite comprender una historia que está narrada en tiempo presente?
Nuestro cerebro hace una operación mental que no riñe en manera alguna con la comprensión del texto. Ello se debe a que, en castellano, los tiempos verbales pueden servir para mucho más que aquello que nos enseñaron en la escuela: que el presente es simplemente para el instante en que se habla.
Pero el presente gramatical no es solamente el instante en que hablamos, sino que abarca un tiempo que pudo haber empezado en el pasado y continuar hasta el momento de la enunciación de la frase. Puede referirse a un estado permanente o a un hecho que ocurre con periodicidad. En el primer caso, podemos dar el siguiente ejemplo: Ocho planetas giran alrededor del sol. Se trata de un estado permanente, puesto que lo que queremos decir es que ocho planetas han girado durante mucho tiempo alrededor del sol, giran en este momento, y seguirán haciéndolo durante un largo futuro. En la oración: Mi hijo me visita en Navidad, entendemos que mi hijo tiene la costumbre (periódicamente me visita) de visitarme para la Navidad, aunque no necesariamente estemos en época navideña en el momento en que hablamos o escribimos. Seguramente lo habrá hecho así desde hace varios años, lo hará este año, y lo seguirá haciendo en el futuro.
El presente histórico, en cambio, es el nombre que damos al uso del tiempo presente para narrar hechos históricos. Es un recurso literario cuyo cometido es hacer sentir al lector un poco más cerca de la narración, para dar la impresión de que los hechos no son tan lejanos como parecen. La mayoría de las veces se emplea por escrito, y es casi exclusivo de la narración histórica o mítica.
En otras palabras, si deseo contar cómo transcurrió la reunión que ofrecí ayer en mi casa, haré la narración más o menos así: “Invité a varias compañeras del colegio. Algunas de ellas llegaron a tiempo. Otras más, un poco retrasadas. Después de una corta tertulia, todas pasamos a la mesa y disfrutamos de las delicias que preparó el chef que contraté para la ocasión”.
No tratándose de hechos ni personajes históricos, no haríamos la narración anterior en tiempo presente, ya que sonaría pedante y fuera de contexto.
***
Futuro de conjetura
¿Dónde diablos se habrá metido Luis?
¿Será que tuvo algún problema en la carretera?
Usted creerá que yo estoy mintiendo.
Imagino que tendrás mucha sed.
Serán por ahí las 04:30 pm.
¿Será que Pedro llegará a tiempo para el homenaje?
¡Ese zoquete qué podrá entender!
¿Será que nos queda claro el sentido de las oraciones anteriores? Creo que sí. Y lo creo porque, al igual que en el caso del presente histórico, nuestro cerebro capta no el sentido literal de los tiempos verbales conjugados en futuro, sino la duda, la conjetura o la incertidumbre.
Puede parecer paradójico, pero la conjugación en tiempo futuro no es exclusiva del futuro. Mal haría un traductor que estuviere vertiendo un texto del castellano a otro idioma, en dar prelación al sentido literal de futuro de los ejemplos de marras, en lugar de optar por su verdadero valor de conjetura. Si fuéramos a traducir del español al español, podríamos hacerlo así (aunque hay más opciones posibles):
No tengo ni idea de en dónde está Luis.
Es probable que haya tenido un problema en la carretera.
Es posible que usted crea que yo miento.
Imagino que tienes mucha sed.
Supongo que son más o menos las 04:30 pm.
Dudo de si Pedro llegará sano y salvo.
¡Ese zoquete no tiene posibilidades de entender!
Al sustituir las conjugaciones verbales en futuro por expresiones que indudablemente expresan duda, se hace evidente el sentido de conjetura que tienen en todos los casos.
Es fácil ver, pues, que los tiempos verbales del español pueden tener otros usos, y que no deben entenderse a rajatabla como pasado, presente y futuro. Para el hablante nativo es fácil intuir la diferencia entre un sentido de conjetura, y un verdadero sentido futuro, como en los siguientes ejemplos:
José tendrá mañana su primer día de trabajo. Será un día emocionante para él. En la mañana se reunirá con su nueva jefa, y presentará sus proyectos. Sus subalternos hablarán brevemente de sus cargos y antigüedad en la empresa. En la tarde, el presidente de la compañía lo llevará a conocer la fábrica.
¿Será que quedó claro?
MINUCIAS
“No sé hasta qué punto un escritor puede ser revolucionario. Por lo pronto, está trabajando con el idioma, que es una tradición”
JORGE LUIS BORGES
SABIDURÍA DE SANCHO PANZA
Donde no hay tocinos no hay estacas.
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Gracias por el post, muy apropiado para este momento en el que se nos invita a cuestionar el pasado, sus símbolos y significados.
Muchas gracias. No lo había visto así, pero me alegra poner un granito de arena.
Muy bueno y muy claro. En los colegios nunca nos enseñan esto.
Me alegra saber que hay algo nuevo por aprender.
Muy útil
Muchas gracias.
Me gusta mucho que haya tratado este tema. Hace tiempo tuve una discusión con alguien que me corregía por usar el futuro para algo que no era “futuro”. Le reenviaré este artículo a esa persona.
Así es: algunas personas piensan que es un uso erróneo del futuro. Lo grave es que no dan razón de cómo lo sustituirían.
Gracias por su comentario. Yo he tenido la misma experiencia. Próximamente trataré otros temas relacionados con los tiempos verbales.
¡Que afortunada soy de recibir los blogs de los Herederos de Cervantes! Yilda logra, con verdadera maestría, explicar cosas complejas como “el presente histórico” de una manera vivida y sencilla . Yilda nos da clases de castellano que, no son sólo gratuitas sino que también son entretenidas. Gracias Yilda por compartir tu sabiduría y pasión por el lenguaje.
Este comentario me conmueve casi hasta las lágrimas. Yo soy la afortunada de tener lectores que aprecien mi amor por el idioma. Gracias, gracias, gracias.
Este blog nos permite aprender de temas que prácticamente nunca se enseñan. Es para gente con substancia y capacidad de agradecer las bendiciones recibidas.
Y yo agradezco la bendición de tener comentarios como este.
Magnífico que dé ejemplos de historia verdadera: no vinieron los conquistadores a traernos nada bueno. Quizá solamente la lengua. Y no fue un encuentro de dos mundos sino, como usted bien lo dice, un encontronazo cuyas consecuencias aún sufrimos en este momento.
¡Me parece que usted y yo estamos del mismo lado de la historia! Gracias.
Hasta este momento era totalmente ignorante de este tema. Seguramente he leído y he usado muchas veces el futuro de conjetura, pero ni me daba cuenta. Gracias por hacérmelo consciente.
Me alegra saberlo.
¿Podría, por favor, escribir sobre la conjugación perifrástica? Gracias.
Con mucho gusto lo haré en un futuro próximo. Agradezco la sugerencia.
Excelente explicación. Muchas gracias Yilda por tan magníficas enseñanzas.
Honor que me hace, amable lectora.
Buenísimo artículo. La verdad, siempre he usado así el futuro, pero no tenía ni idea de cómo se podía explicar. Muchas, muchas gracias. Un abrazo.
Yo creo que todos lo usamos, pero ni nos damos cuenta. Muchas gracias por escribir un comentario.
Hola, leo tus blogs a diario. Tu estilo de contar historias es increíble, ¡sigue haciendo lo que estás haciendo!