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LO MISMO UN BURRO QUE UN GRAN PROFESOR

 

 

Amigos: les regalo la letra del tango Cambalache, cuya autoría se atribuye a Raúl Seixas y Enrique Santos Discépolos, en 1934. El año 2000 parecía muy lejano en ese momento. Seguramente ni sus compositores, ni su mejor intérprete –Carlos Gardel–, ni los que lo oyeron por aquella época, estarán vivos para decir si aún piensan lo mismo. Por mi parte, me parece triste que, 90 años después, da la impresión de que nada ha cambiado. Hoy, igual que ayer, lo mismo da un burro que un gran profesor:

 

Que siempre ha habido chorros
Maquiavelos y estafa’os
Contentos y amarga’os
Valores y dublé…

Pero que el siglo veinte es un despliegue
De maldá’ insolente
Ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolca’os en un merengue
Y en el mismo lodo
Todos manosea’os…

¡Hoy resulta que es lo mismo
Ser derecho que traidor!
¡Ignorante, sabio o chorro
Generoso o estafador!

¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
Que un gran profesor!

No hay aplaza’os
Ni escalafón
Los inmorales
Nos han iguala’o.

Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición
¡Da lo mismo que seas cura
Colchonero, rey de bastos
Caradura o polizón!

¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!

Mezcla’o con Stavisky va Don Bosco y “La Mignón”
Don Chicho y Napoleón
Carnera y San Martín

Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches
Se ha mezcla’o la vida
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la Biblia
Contra un bandoneón.

¡Siglo veinte, cambalache
Problemático y febril!
El que no llora no mama
Y el que no roba es un gil.

¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
Nos vamo’ a encontrar!

¡No pienses más
Sentate a un la’o
Que a nadie importa
Si naciste honra’o!

Es lo mismo el que trabaja
Noche y día como un buey
Que el que vive de los otros,
Que el que mata, que el que cura
O está fuera de la ley.

 

Claro, conste que no estoy hablando de política, para lo cual este tango también cae de maravillas. No, amigos. Tan solo estoy hablando del idioma, nuestro idioma, el que todos usamos todos los días y a todas horas. Todos lo usamos: el vendedor de papas, el conductor del bus, el estudiante, el ladrón, el profesor, el científico…  ¿Entonces por qué no lo cuidamos?

Hoy quiero referirme de nuevo a la pereza. La pereza de buscar la expresión correcta. La pereza de releer lo que hemos escrito, y analizar si tiene lógica. La pereza de usar el diccionario. ¿O tal vez no es pereza, sino arrogancia? ¿Nos suenan mejor las cosas cuando las decimos en una lengua extranjera (léase, específicamente: el inglés)?. 

Para reírnos un poquito (o para no llorar, más bien), voy a citar ejemplos que he presenciado en mi vida profesional de intérprete y traductora. Es muy fácil inventarse palabras que no quieren decir nada, y que son simplemente un calco del idioma del país del Norte. Quizá algunos de ellos causen hilaridad, como me la han causado a mí. Nuevamente me disculpo por no citar la fuente específica del error. La razón es que son cosas que he oído en eventos en los que he sido intérprete. Debo aclarar que no siempre los errores se originan en la cabina de intérpretes, sino que muchas veces la “autoría” es de los organizadores o participantes en el evento.

 

     1.  En una ocasión fui entrevistada por la directora de recursos humanos de una de las principales petroleras de Colombia. Se trataba de una ejecutiva muy atildada y seria, que me explicó: “nuestra compañía ha decidido ALOCAR recursos” para abrir un departamento de interpretación y traducción”.  

Claro que le entendí que quería decirme que iban a ASIGNAR / DESTINAR / APROPIAR / DISTRIBUIR recursos, y que su error provenía de tomar directamente del inglés (sin pasar por el diccionario) la palabra ALLOCATE. No obstante, decidí fingir demencia como una forma de hacer caer en la cuenta a mi interlocutora de que lo que me decía no tenía lógica. Así, pues, mi pregunta fue: “¿Y cómo pueden enloquecerse los recursos?” Por supuesto, no fui la candidata elegida, pero tampoco me importó porque yo ya había decidido no trabajar allí.

     2.  En un evento de uno de los principales bancos colombianos, sobre manejo de software bancario, un funcionario (de habla hispana) de la compañía vendedora del software anunció que hablaría de los INTERESES DELINCUENTES. Ya llevaba como cinco minutos de su presentación, cuando de pronto alguien del departamento de cartera hizo acopio de valor para decir públicamente que no entendía qué era este asunto de los INTERESES DELINCUENTES. Obviamente, el conferencista no hizo la tarea de averiguar que DELINQUENT INTERESTS significa INTERESES DE MORA. Para mi capote aplaudí el valor de la empleada del banco que se atrevió a preguntar.

Es cierto que la palabra DELINQUENT puede tener el significado de DELINCUENTE, pero no en este caso. Esto nos demuestra que no podemos aplicar a rajatabla lo primero que aparezca en el diccionario (si es que el personaje de marras tiene la cordura de consultarlo).

     3.  En el mismo evento anterior, otra persona debía hablar de los FONDOS REVOLVENTES. Este conferencista tampoco se molestó en averiguar que REVOLVING FUNDS equivale a FONDOS ROTATORIOS. Sin embargo, no hace falta ser Einstein para darse cuenta de que no se revuelve nada en este tipo de fondos.

     4.  Seguimos con el mismo evento. Otro conferencista debía ocuparse del tema de los préstamos hipotecarios, y de cómo los clientes debían pagarlos POR INSTALAMENTOS. ¿Instalamentos? ¿Y eso con qué se come? Lógicamente se trataba de PAGO POR CUOTAS. No porque en inglés la palabreja sea INSTALMENTS, significa que debamos copiarla o adaptarla en castellano.

     5.  “El alumno era muy RELUCTANTE a estudiar física.” Oí esta frase en un evento sobre enseñanza de las matemáticas en la secundaria. Salta a la vista que algo anda muy mal con el tal RELUCTANTE, palabra que solamente nos indica que el fulano no se tomó la molestia de averiguar que RELUCTANT es RENUENTE / RETICENTE / REACIO.

     6.  En un canal de Youtube, dedicado a asuntos misteriosos e inexplicables, con frecuencia hablan de la SECRECÍA. Salta a la vista que su error proviene de castellanizar la palabra SECRECY, que sifnifica SECRETO/CONFIDENCIALIDAD.

Creo que el peor error es no reconocer la ignorancia. Si la reconocemos, ya tenemos solucionada una buena parte del problema. Pero cuando sentimos que somos “el chacho de la película”, todo lo tenemos resuelto. ¿Para qué estudiar? ¿Para qué consultar el diccionario? Lo dicho:  ¡LO MISMO UN BURRO QUE UN GRAN PROFESOR!  

 

MINUCIAS

No te preocupes por ser el burro más rápido; preocúpate por ser el más inteligente.

SABIDURÍA DE SANCHO PANZA

En la tardanza va el peligro.

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10 Comments

  1. Luz Stella

    Como siempre, excelente artículo.

    Reply
  2. Andre Moskowitz

    Hola Yilda,

    ¡Disfruté la lectura de este artículo!

    He aquí dos detallitos del artículo que me llamaron la atención:

    1) En el inglés británico, se prefiere “instalment” (con una ele), mientras que en el inglés estadounidense se prefiere “installment” (con dos eles).

    Esto surgió en la parte del artículo donde trataste el tema de las “cuotas” o los “plazos” de un pago.

    2) “Secrecía” (‘confidencialidad’) sería un “despreciable” anglicismo que no se usa en español.
    Pero “privacía”, en cambio, sí se usa, al menos en algunas variedades de la lengua.

    He aquí la definición de “privacía” del “Diccionario del español de México” o “DEM” (Colegio de México, 2024):

    privacía
    s f Privacidad: “Celoso de su privacía rodeó su jardín con densos setos de flores perfumadas”.

    Y aquí hay otros ejemplos de “privacía” (de Argentina y de Colombia) tomados del corpus lingüístico de la RAE llamado “CORPES XXI”:

    Así, en el primer caso de hackers juzgados en la Argentina, todos los acusados fueron sobreseídos. En nuestro país, hoy, los delitos digitales penados por la ley son la difamación, la violación de la privacía del correo electrónico, la estafa y la piratería.
    Referencia bibliográfica:
    «La Argentina es el único país que no pena los ataques informáticos». La Nación. Buenos Aires: lanacion.com.ar, 2002-04-22.
    (ARGENTINA)

    Descubrí que no estaba cómodo entre la gente, peor -o mejor-, que yo mismo no era o no quería ser como la gente, apegados al dolor que les salía del cuerpo, al aislamiento que el cuerpo les exigía. Mi cuerpo, libre de mí, nunca tuvo pudor y tampoco exigió privacía, aislamiento.
    Valencia, Pedro-Juan: Eclipse de cuerpo. Valencia: Pre-textos, 2006.
    (COLOMBIA)

    Saludos y gracias!
    Andre

    Reply
    • Yilda Ruiz Monroy

      Estimado Andre: como de costumbre, tus comentarios son muy sustanciosos y conocedores. Gracias por tu aportación, al respecto de la cual anoto lo siguiente: 1. Ahora, por fuera del texto del artículo, puedo confesoar que la compañía petrolera es BP Exploration. Es decir, la grafía que empleé se ajusta a lo dicho por ti. 2. Sí sé lo de “privacía”, pero me parece que no tiene razón de existir, dado que existe “privacidad”.

      De nuevo, muchas gracias por tu intervención.

      Reply
      • Andre Moskowitz

        ¡Gracias, Yilda, por estas aclaraciones!

        Con respecto a la grafía “instalment” (inglés británico) versus “installment” (inglés estadounidense), es interesante notar que, entre estas dos variedaes lingüísticas, hay una serie de diferencias ortográficas que siguen el mismo patrón:

        Inglés británico Inglés estadounidense
        appal appall
        distil distill
        enrol enroll
        enthral enthrall
        extol extoll
        fulfil fulfill
        instil instill

        Con respecto a “privacía”, entiendo tu posición, Yilda, de que esta voz no tiene razón de existir dado que existe “privacidad”.

        Sin embargo, la palabra “privacía” está firmemente establecida en algunas variedades de la lengua y es empleada, tanto en textos como oralmente, por una gran cantidad de personas, incluyendo a personas cultas.

        Además, se puede argüir que la existencia de dos palabras, “privacidad” y “privacía” (en lugar de solamente una, “privacidad”), no empobrece la lengua, sino que la enriquece: ¿qué perdemos al tener ahí dos palabras en vez de una?

        Por último, crear o acuñar a partir de “privado” la palabra “privacía” (cosa que se hizo quién sabe hace cuántos años) tiene claros antecedentes lingüísticos:

        abogado –> abogacía
        legado –> legacía
        privado –> privacía

        ¡Gracias por considerar otros puntos de vista!

        Andre

        Reply
        • Yilda Ruiz Monroy

          Muchas gracias, Andre, por tus muy doctos comentarios que siempre me enriquecen.

          Reply
  3. Stella Méndez

    Excelente artículo. Estos errores son muy comunes en los medios de comunicación hablados y escritos. La letra del tango me hizo recordar a mi papá, a él le gustaba mucho esa canción. Gracias Yilda

    Reply
    • Yilda Ruiz Monroy

      Es cierto lo de los medios de comunicación. En cuanto al tango, es uno de los legados más bellos de Argentina para el mundo.

      Reply
  4. Alba Luz Alzate Gomez

    Hola Yilda,

    ¡Disfruté la lectura de este artículo!
    Con la letra de Cambalache me transporté a mi tierra natal y a mis años de juventud.

    El idioma esta lleno de palabras y expresiones acomodadas que se han vuelto demasiado comunes , como el “yo te llamo para atras”(por te regreso la llamada), o “ella realizo que seria lo mejor” (se dio cuenta).

    Reply

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