LA COMA TABÚ.
Versión argentina del desodorante Trinity.
Amigos:
¿Recuerdan un comercial de televisión (claro, los más jóvenes no lo recordarán, por supuesto) de un desodorante llamado Trinity? Aparecían dos jovencitas igualitas, con sendos vestidos rosados a la usanza del siglo XIX. Una de ellas decía a la otra: “A mí me gusta Trinity por lo que hace”, y la otra respondía: “Y a mí por lo que no hace”.
Pues bien, algo parecido me sucede con la coma: me gusta por lo que hace, y también por lo que no hace. Traducción: con frecuencia me preguntan cuáles son los casos de la coma, algunos de los cuales están explicados en este mismo blog.[1] Sin embargo, la pregunta que casi nunca me hacen es “¿Cuándo NO debe usarse la coma?” Y sin embargo, saber cuándo no usar la coma es tan importante como saber cuándo usarla.
Empecemos entonces por lo que no hace: separar el sujeto y el predicado: por supuesto que podemos llenar un salero con comas, y echarlas en un texto a diestra y siniestra, pero lo más seguro es que caigan en mal lugar. En otras palabras: esta forma de usar las comas (al azar) es incorrecta.
Como siempre digo y repito en mis artículos y clases, la mejor orientación para saber dónde van los signos de puntuación, consiste en tener en cuenta que si al leer vemos una coma, debemos subir la voz. Y lo contrario también es cierto: si fuéramos a copiar lo que alguien dice, la coma deberá ir donde naturalmente se sube la voz.
Observemos entonces las siguientes oraciones:
A.
1. Isaac Newton estudió durante años las leyes de la termodinámica.
2. El refinamiento de la culinaria azteca ocasionó una sorpresa mayúscula a los conquistadores españoles.
3. Las principales religiones del mundo predican creencias muy parecidas.
4. Los organizadores del evento decidimos servir la cena después del recital.
5. Yo descubrí el robo a eso de las 11:00 de la mañana.
Si escuchamos a alguien leer las oraciones anteriores, será fácil darnos cuenta de que no hay ninguna pausa de la voz entre el sujeto y el predicado. Por esa razón no hay coma que las separe. Esto es lo natural de nuestra lengua: no hacer pausa (coma) entre el sujeto y el predicado.
No obstante, a veces no es muy fácil ver dónde está el sujeto. Afortunadamente podemos recurrir siempre a la pregunta mágica que nos dará inmediatamente la respuesta: ¿Quién o qué ejecuta la acción? En las oraciones anteriores, tendríamos:
1. ¿Quién estudió durante años las leyes de la termodinámica?
Isaac Newton.
2. ¿Qué ocasionó una sorpresa mayúscula a los conquistadores españoles?
La culinaria azteca.
3. ¿Quiénes predican creencias muy parecidas?
Las principales religiones del mundo.
4. ¿Quiénes decidieron servir la cena después del recital?
Los organizadores del evento.
5.¿Quién descubrió el robo a eso de las 11:00 de la mañana?
Yo
Pasemos ahora a oraciones en las que es posible que no salte a la vista cuál es el sujeto:
B.
1. El que duerme come.
2. Mugre que no mata engorda.
3. Quien escribió la carta no tenía ni idea del asunto.
4. El que agarró al delincuente se encontraba en posición desventajosa.
5. El que persevera alcanza.
Si dudamos de si debemos usar la coma o no, nuevamente podemos recurrir a la pregunta salvadora que nos dirá en un santiamén cuál es el sujeto:
1. ¿Quién come?
El que duerme.
2. ¿Qué engorda?
Mugre que no mata.
3. ¿Quién no tenía ni idea del asunto?
Quien escribió la carta.
4. ¿Quién se encontraba en posición desventajosa?
El que agarró al delincuente.
5. ¿Quién alcanza?
El que persevera.
Continuemos con lo que sí hace: permitir la inserción de una frase entre el sujeto y el predicado. Como toda regla tiene su excepción, hay un caso en el que no solo se puede, sino se deben insertar no una, sino dos comas: cuando se trata de la frase explicativa. Sigamos con algunos ejemplos tomados de los apartados A. y B.:
1. Isaac Newton estudió durante años las leyes de la termodinámica.
Isaac Newton, fiel a su devoción científica, estudió durante años las leyes de la termodinámica.
2. El refinamiento de la culinaria azteca ocasionó una sorpresa mayúscula a los conquistadores españoles.
El refinamiento de la culinaria azteca, algo impensado para la arrogancia europea, ocasionó una sorpresa mayúscula a los conquistadores españoles.
3. Las principales religiones del mundo predican creencias muy parecidas.
Las principales religiones del mundo, aunque algunos se empeñen en negarlo, predican creencias muy parecidas.
4. El que duerme come.
El que duerme, aunque no se dé cuenta de ello, come.
5. Mugre que no mata engorda.
Mugre que no mata, bueno es reconocerlo, engorda.
Los enunciados que aparecen en negro dan una explicación adicional a la frase inicial. Dicha inserción se efectúa entre el sujeto y el predicado. Son pausas que el hablante hace de manera natural, y tienen la característica de que, si se omiten, la oración queda con sentido completo. Es decir, son correctas.
Diviértanse un ratico poniendo o quitando comas en estos ejercicios.
[1] La coma de la frase antecedente. Coma antes de “y”. La coma elíptica. El vocativo.
MINUCIAS
Tú eres solo una coma en las páginas de la historia.
Terry Pratchett
SABIDURÍA DE SANCHO PANZA
En casa llena, presto se guisa la cena.
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Gracias, Yilda, muy ilustrativo y claro. Me queda, sin embargo, y en aras de la idea completa, la sentencia expresada por gramáticos de que “Entre sujeto y predicado no va coma, no importa cuan largo sea el sujeto”. Como es en esos casos que la mayoría falla, sería pertinente citar ejemplos con sujetos ingentemente largos, ¿no?
Estimado Ramiro: muchas gracias por el comentario. Efectivamente, tienes razón: no importa cuán largo sea el sujeto, NUNCA SE SEPARA DEL PREDICADO. Bueno es que les quede claro a los lectores. Sin embargo, me parece que donde más fallamos es en el tipo de oraciones citadas en el apartado B. No sé qué induce con tanta frecuencia a algunas personas, a separar el sujeto del predicado con una coma. Gracias por haberme dado la idea de escribir este artículo.
Gracias por este post, la verdad me ha gustado mucho ya que soy de esas personas que aveces abusan un poco de las comas, gracias por tu aclaración y ejemplos han sido de gran ayuda.
Felicidades, esta clase de blogs refrescan un poco los conocimientos adquiridos en el cole o en la vida.
Muchas gracias, estimada lectora. Qué bueno saber que este blog contribuye en algo a poner las comas donde deben estar.
Gracias Yilda. Entretenido y esclarecedor a la vez. Muchas gracias!
Muchas gracias, Nora. Qué bueno saber que la gramática puede ser divertida.
Muchas gracias por el artículo. La manera en que se aborda el tema es claro y nos ayuda a despejar dudas acerca del uso de la coma
Estimada lectora: aprecio mucho su comentario.
Qué artículo tan acertado. Es evidente que en la actualidad, en su mayoría con el ánimo de mostrar una adecuada elaboración de un texto, se cae en el error de excederse en el uso de comas y demás signos de puntuación. Para nadie sobra conocer los aspectos gramaticales que acompañan el adecuado uso de la coma y considero que los ejemplos que han expuesto han sido muy acertados para facilitar su comprensión. Ojalá aprendamos en adelante que no sólo es importante realizar la puntuación adecuada para elaborar un escrito sino también la comprensión de la entonación al leer diferentes textos que la contengan. De esta manera, le podemos dar sentido a lo que queremos exponer.
Cierto es, Natalia. Poner las comas es cosas de cuidado. Son pocas las ocasiones en que se pueden quitar o poner sin causar daño en el texto. Gracias por su comentario.
Gracias por estas góticas de sabiduría. El artículo esta muy claro y es interesante conocer donde se o donde no poner la coma. Sobre todo lo mucho que puede cambiar el significado de una frase sin ella.
Daniela, cierto es: el significado de un texto puede cambiar diametralmente por la ausencia o presencia de una coma.
Error muy frecuente el de separar el sujeto y el predicado con una coma. Algunos autores lo mencionan, pero su explicación es mucho más prolija y, sobre todo, divertida. Sigo congratulándola por sus amenos artículos. Son como una bocanada de aire fresco en medio del academicismo y almidonamiento de los textos de gramática
Así es: mucho más frecuente de lo que nos imaginamos. Como siempre, sus comentarios me dan energía para seguir escribiendo. Muchas gracias.
No sé cómo se las ingenia para escribir siempre con ejemplos tan amenos, y para buscar la comparación divertida y didáctica. Acertadísimo el video del desodorante Trinity.
Muchas gracias. Siempre es bueno que la gramática se convierta en nuestra amiga: divertida y siempre al pie del cañón.
Muchas gracias, siempre es enriqueceder recordar o conocerr diferentes aspectos de la ortografía y la gramatica.
Agradezco mucho su comentario.
Me encantó su artículo por la frescura con que está escrito. Sus artículos son fáciles de digerir. Muchas gracias por escribir así.
Muy amable es usted, Libélula grácil.
Sus artículos son muy claros, didácticos. El de hoy me hizo acordar de Conchita, una querida profesora de español, cuando hacía dictados no cometíamos errores por su excelente pronunciación y entonación.
Hoy con preocupación veo que cometo muchos errores, trato con sus artículos de corregirme.
Un buen maestro deja huella para siempre. Se ve que Conchita estaba de cuerdo conmigo en que la entonación y la puntuación son fundamentalmente el arte de poner cuidado a la música de las palabras. Mucha sgracias por su comentario.