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¡QUE VENGA UNA BRUJA!

(¿O que se vaya?)

 

 

Me pregunto, ahora que una vez más celebramos el día de las brujas, si la humanidad ha sido víctima de algún sortilegio histórico que nos ha convencido de que somos, sin duda alguna, una especie superior. Ciertamente creemos tener una “inteligencia” tal que nos autoriza y justifica el exterminio de todas las demás, practicar la intolerancia y la brutalidad hasta extremos insólitos, aniquilarnos los unos a los otros, saquear como feroces bucaneros los recursos más íntimos del planeta, etc. ¡Qué gran especie somos! ¡Y qué excelso es el embrujo que nos ha embotado los sentidos con una soberbia a ultranza que nos impide ver la realidad!

Vivimos convencidos de que asistimos a grandes cambios: ¡Ah, la tecnología! El maravilloso espejismo que nos permite conectarnos en fracción de segundos con el otro lado del mundo. Viajamos a la luna, pero se asesinan niños porque sus padres practican la religión “equivocada”. ¡Qué gran cambio! ¡Qué estado evolutivo tan avanzado!

Bueno y prudente es reflexionar sobre los asuntos más significativos de la vida. ¿Han cambiado? Veamos, para dar tan solo un ejemplo, lo que escribía Séneca, en sus Cartas a Lucilio, allá por el siglo primero D.C.:

 

Lucio Anneo Séneca.

 

“Los homicidios individuales los castigamos, pero ¿qué decir de las guerras y del glorioso delito de arrasar pueblos enteros? Hechos que se pagarían con la pena de muerte los elogiamos porque los comete quien lleva insignias de general. La autoridad pública ordena lo que está prohibido a los particulares, la violencia se ejerce mediante decisiones del Senado y decretos de la plebe. El ser humano, el más dulce de los animales, no se avergüenza de hacer la guerra y de encomendar a sus hijos que la hagan.”


Mucho antes de Séneca, y después de Séneca, seguimos aquejados de los mismos males. Lo que necesitamos, sobre todo en esta fecha tan especial, es un ejército de brujos que nos auxilie con encantamientos que deshagan aquellos de los que hemos sido víctimas. ¡Necesitamos una magia muy, muy poderosa! ¡Una magia que nos impulse a escribir una nueva historia, una nueva literatura pletórica de amor y de esperanza! ¡Una magia que cree idiomas carentes de palabras para el insulto y la violencia! Tal vez esta sea la única manera de evolucionar como especie, existir en sana convivencia con todas las criaturas vivientes, y ¿por qué no? amarnos los unos a los otros.

 

¿Podrías darle hoy una pócima de amor a tu vecino?

MINUCIAS

La noche en la ciudad es oscura, excepto por el brillo de los misiles; silenciosa, excepto por el sonido del bombardeo; aterradora, excepto por la promesa tranquilizadora de la oración; negra, excepto por la luz de los mártires.

Haba Abu Nada, poetisa palestina.

SABIDURÍA DE SANCHO PANZA

Aunque las calzo, no las ensucio.

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30 Comments

  1. Olga Lucía Mutis

    Muy buena reflexión, Yilda

    • Yilda Ruiz Monroy

      Muchas gracias, Olga Lucía. ¡Qué bueno saber que eres una de mis lectoras!

  2. José Javier Meneses Pulido

    Cierto es: ¿qué lecciones hemos aprendido después de tantos y tantos siglos de maldad, codicia y ansias de poder? Seguimos iguales que hace miles de años.Gracias por su artículo.

  3. Libreros

    Para salir de este atolladero en que se encuentra el planeta, creo que necesitaremos un ejército de los brujos más poderosos..

    • Alba Luz Alzate

      Mi querida amiga, me declaro bruja y te envío a una pócima de aprecio y admiración.
      Excelente reflexión.

  4. Libélula grácil

    Que ojalá sus votos, que son los de la mayoría, se hagan realidad.

  5. Dalia Pazos Serna

    Gracias por la reflexión. Nada ha cambiado, vamos empeorando.

  6. Ramiro Arango

    Qué horror, qué infamia, qué inconsciencia y qué dulce y contundente poema (a propósito, ¿por que preferiste “poetisa” a “poeta”?

    • Yilda Ruiz Monroy

      Muchas gracias por tu comentario. En verdad lo aprecio mucho.
      Hace años participé en el encuentro de poesía escrita por mujeres, evento que se celebra(ba) todos los años en Roldanillo, Valle del Cauca. Al presentarme ante las otras participantes, literalmente me acosaron para que firmara una petición para eliminar del castellano la palabra “poetisa”. No diría que “me las eché de enemigas”, pero evidentemente no les gustó que yo rehusara firmar. La razón de mi posición sigue siendo la misma: las mujeres nos quejamos de que no se nos tiene en cuenta, de que no se dice “ciudadanos y ciudadanas”, “todos y todas”, “perros y perras”, etc., pero: 1. Cuando tenemos una variante específicamente hecha para el género y el sexo femenino, como es el caso de “poetisa”, entonces no faltan las que “relinchen” por ello, y salen con el cuento de que son “poetas” en lugar de “poetisas”. 2.: ¿Cuándo se menciona la no pequeña minoría de profesiones que terminan en “a” (laboratorista, lingüista, astronauta, etc., etc., etc.)? Según esa lógica con la que se arremete contra “poetisa”, debería haber también una petición para que terminen en “o” (laboratoristo, lingüisto, astronauto, etc., etc. etc.). 3.: ¿Tanta lucha por una falsa y ridícula inclusión, para que las mujeres se definan a sí mismas en género masculino? Porque a diestra y siniestra escucho a mujeres que dicen: “yo soy fotógrafo”, “yo soy químico”, “yo soy ingeniero”, etc.

      A mi manera de ver, hay una gran incongruencia en esta manera de pensar que no se define por una cosa ni por la otra. Por eso yo uso “poetisa”, y me lleno de orgullo y de placer de saber que el diccionario –habitualmente tan machista– registra desde hace muchos años la palabra correcta: POETISA.

  7. Esperanza Vallejo M

    Más que a su artículo, me refiero al comentario que acaba de escribir. Justamente, yo soy químicA de la Universidad de Antioquia, pero mi diploma original decía QUÍMICO. Me costó mucho trabajo cambiarlo porque la oficina que se ocupa de los grados y los títulos se negaba rotundamente a usar el género femenino. Después de tres años logré que me dieran el título como debe ser. Me habría gustado mucho que algunas colegas (no COLEGOS) se hubieran sumado a mi causa, pero creo que a todas les parecía (y les parece) que son más QUÍMICAS si son QUÍMICOS. Me complace saber que usted da tan prolija explicación. ¡Ah, y me quedo también con POETISA! Yo soy MUJER.

    • Yilda Ruiz Monroy

      Me alegra muchísimo saber que su diploma corresponde al género gramatical correspondiente al sexo femenino. Gracias por su comentario.

  8. Stella Méndez

    Excelente reflexión sobre una triste realidad que se viene repitiendo una y otra vez durante toda la historia de la humanidad. Sólo cambian los escenarios, los protagonistas y los medios usados, lo único que ha evolucionado. Igualmente me encanta el término poetisa. Gracias Yilda

    • Yilda Ruiz Monroy

      Qué tristeza tener que aceptar que lo que usted dice es cierto.
      Gracias por preferir POETISA.

  9. Ramiro Arango

    Qué honor ver que me dedicas toda una parrafada, y solo por una sencilla pregunta, 🙂 Y estoy de acuerdo contigo en casi todo lo que escribiste aquí y en ; si siempre ha habido desinencias femeninas para sustantivos masculinos (aunque no muchas) tales como “profesora”, “doctora”, “cantora”, etc., ¿por qué no “ingeniera”, “médica”, “arquitecta”, “bióloga”, etc.? Ahora, sucede que hay casos “especiales” como los que no terminan en “o”, como “juez”, “general”, “consejal”, “conserje” y “jefe” y “líder” que, en mi “humilde” opinión, no necesitan (y, por lo tanto, no deben llevar) la “a”. ¿”Jueza”, “generala”, “conserja”? Guácala, ¿qué necesidad? “Jefa”, por ejemplo, en México se usa para referirse cómicamente a la mamá de uno, pero a nadie se le ocurriría referirse a su jefe mujer como tal. Y ahora en Colombia que hay que decir “lideresa”, me parece que las disminuye. No puedo ver, a pesar de estarme acostumbrando, que no se diga “la juez”, “la general”, “la jefe”. Parece una burla. Y creo firmemente que si fuera mujer, no me gustaría. Ahora, eso de que, luego de tanta revolución feminista en el lenguaje, las mismas féminas quieran llamarse como los hombres es toda una parodia, una contradicción y una aberración. Si las escritoras de poesía se quieren llamar “poetas”, pues que se llamen como quieran, pero en casos como este en que el nombre es extranjero, si no se dice “poetisa” todo mundo pensará que es un hombre. Y pensé que por eso lo habrías puesto así, aunque veo que fue por motivos de coherencia. Gracias

    • Yilda Ruiz Monroy

      Al contrario: gracias a ti por traerlo a colación, y gracias también por tu parrafada. Fíjate lo chistoso: exceptuemos a México por tener este uso singular que acertadamente anotas. Pero fíjate que yo siempre he dicho “jefa” para referirme a una mujer que es jefe de alguien. Mi hijo tiene una “jefa”, y nunca se me habría ocurrido llamarla “jefe” porque desde hace muchos años existen la variante masculina y la femenina. También están “coronela” y “generala”. Sin embargo, no aparece “soldada”, pero creo que en México se llamaba “soldadera” a la mujer soldado que participó en la revolución mexicana (corrígeme si estoy equivocada, por favor). Pero “juez” siempre se había aceptado para ambos géneros. Eso de “jueza” es una cosa relativamente nueva. Al menos en Colombia. En fin… yo seguiré con mi “poetisa”, pero no había caído en cuenta de lo que tú anotas: si no hubiera escrito (yo) “poetisa”, habría sido fácil pensar que se trataba de un hombre. Como dato curioso, te cuento que esta poetisa escribió el breve poema de marras antes de morir víctima del bombardeo sobre Gaza.

      • Ramiro Arango

        Gracias por tus anotaciones. Igual, sigo pensando (sintiendo) que esas desinencias que anoté desaprobadoramente son disonantes y, más que todo, innecesarias. En fin, si “todo mundo” las sigue usando no habrá remedio. Las “soldaderas” de la Revolución mexicana de 1910-17 son, como lo confirma el DRAE o DLE (ya no sé cómo se abrevia), “Mujer que convivía con los soldados durante las campañas de guerra”, no soldados/as; así siempre lo entendí estando allá. Qué tristeza la muerte de la poetisa Haba Abu Nada en esas circunstancias, una vergüenza para la humanidad.

        • Yilda Ruiz Monroy

          Así es: después de 10 años, la academia todo lo aprueba. ¡Pobre idioma nuestro!
          Sí, vi en el diccionario la definición de “soldadera”. Pensé que de pronto el DLE estaba equivocado.
          ¡Qué vergüenza para la humanidad el asesinato de esta poetisa… y tantos otros asesinatos!…

  10. Liliana Manzi

    Queridisima Yilda,
    Me uno al llamado del ejercito de brujos. Nos perdimos en el camino. En que momento no sabemos pero lo importante es darnos cuenta que vamos mal y necesitamos escribir una nueva historia. Efectivamente regalemos pócimas de amor a todos los vecinos y no tan vecinos.
    Feliz dia!

    • Yilda Ruiz Monroy

      ¡Que así sea! ¡Muchas pócimas de amor!

  11. Hilda Colette

    Efectivamente el poder y la avaricia son unos de los peores males de las sociedades de todas las épocas. la tecnología debería ayudar en el campo de la psicología humana para orientarnos hacia valores éticos, de justicia, humildad, etc.

    • Yilda Ruiz Monroy

      Debería, ciertamente. Y tal vez en cierta medida lo haga. Sin embargo, hacer el mal es muy fácil. Hacer el bien…

  12. María Isabel Arenas

    Muy bueno. Y muy oportuna su reflexión. Gracias por poner por escrito lo que con tristeza pensamos muchos. Yo lo que veo es que la maldad de la humanidad se ha acrecentado a pesar de su desarrollo intelectual.
    En el pasado no veíamos, creo, esos niveles de crueldad y salvajismo de los unos contra los otros, contra los niños y mujeres…
    Dios nos proteja y nos dé fe.

    • Yilda Ruiz Monroy

      Muchas gracias. Mi opinión es que el ser humano tiene desde siempre un gran talento para la tortura y para hacer sufrir a otros. Sin embargo, a mayor avance material, mayor retroceso espiritual, como bien anotaba Max Weber.

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